jueves, 13 de diciembre de 2012



                                                                       
                                                                                          Irene Amaya Santos 


CARL SAGAN

 Fue un astrónomo americano, así como también un exitoso promotor de la astronomía, la astrofísica y otras ciencias naturales. Fue pionero en la exobiología y promovió la Investigación de Inteligencia Extraterreste (SETI). Así mismo, fue conocido a nivel mundial por escribir libros de ciencia popular y por ser co-escritor y presentador de la serie de televisión ganadora de premios en 1980: “Cosmos: A Personal Voyage”. Esta serie fue vista por más de 600 millones de personas en más de 60 países, siendo el programa más visto de toda la historia.
Por otro lado, se publicó un libro para acompañar al programa de televisión. Carl Sagan también escribió la novela “Contact”, la base para la película de Robert Zemeckis de 1997, la cual llevó el mismo nombre y estuvo protagonizada por Jodie Foster. A lo largo de su vida, Sagan publicó más de 600 documentos científicos y populares artículos; además, fue autor, co-autor o editor de más de 20 libros. Carl Sagan jugó un papel importante en el programa americano especial, siendo consultante y consejero de la NASA, desde el año 1950. Sagan solía verificar la condición de los astronautas de Apollo antes de sus vuelos a la luna y experimentó en las expediciones de Mariner, Viking, Voyagr y Galileo a otros planetas.
Además, ayudó a resolver los misterios de las altas temperaturas de Venus, los cambios de estaciones en Marte y el color rojo del Titanio. Por su trabajo, el Dr. Sagan recibió Medallas de la NASA, por sus Excelentes Aportes Científicos y su Distinguido Servicio Público, así como también se hizo merecedor del premio “Apollo Achievement”, de la NASA.

LOGROS CIENTÍFICOS
 Las contribuciones de Sagan fueron vitales para el descubrimiento de las altas temperaturas superficiales del planeta Venus. A comienzos de la década de 1960 nadie sabía a ciencia cierta cuáles eran las condiciones básicas de la superficie de dicho planeta, y Sagan enumeró las posibilidades en un informe que posteriormente fue divulgado en un libro de Time-Life titulado Planetas. En su opinión, Venus era un planeta seco y muy caliente en oposición al paraíso templado que otros imaginaban. Había investigado las emisiones de radio procedentes de Venus y llegado a la conclusión de que la temperatura superficial de éste debía de ser de unos 500 °C. Como científico visitante del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, participó en las primeras misiones del Programa Mariner a Venus, trabajando en el diseño y gestión del proyecto. En 1962, la sonda Mariner 2 confirmó sus conclusiones sobre las condiciones superficiales del planeta.
Sagan fue de los primeros en plantear la hipótesis de que una de las lunas de Saturno, Titán, podría albergar océanos de compuestos líquidos en su superficie, y que una de las lunas de Júpiter, Europa, podría tener océanos de agua subterráneos. Esto haría que Europa fuese potencialmente habitable por formas de vida. El océano subterráneo de agua de Europa fue posteriormente confirmado de forma indirecta por la sonda espacial Galileo. El misterio de la bruma rojiza de Titán también fue resuelto con la ayuda de Sagan, debiéndose a moléculas orgánicas complejas en constante lluvia sobre la superficie de la luna saturniana.
También contribuyó a la mejor comprensión de las atmósferas de Venus y Júpiter y de los cambios estacionales de Marte. Determinó que la atmósfera de Venus es extremadamente caliente y densa con presiones en gradual aumento hasta la superficie planetaria. También percibió el calentamiento global como un peligro creciente de origen humano y lo comparó con la evolución natural de Venus hacia un planeta caliente y no apto para la vida como consecuencia de un efecto invernadero fuera de control. Sagan y su colega de Cornell, Edwin Ernest Salpeter, especularon sobre la posibilidad de la existencia de vida en las nubes de Júpiter, dada la composición de la densa atmósfera del planeta, rica en moléculas orgánicas. También estudió las variaciones de color de la superficie de Marte y concluyó que no se trataba de cambios estacionales o vegetales, como muchos creían, sino desplazamientos del polvo superficial causados por tormentas de viento.



MARIO BUNGE

 Es uno de los filósofos de la ciencia más prestigiosos a nivel mundial, así como el creador de uno de los sistemas filosóficos más completos, elaborados, coherentes y empíricamente fundados de los últimos cincuenta años. Pero Bunge no es sólo un filósofo extraordinario, sino asimismo un científico de alto nivel. Sus publicaciones de física, filosofía, psicología, sociología y fundamentos de biología son increíblemente numerosas, e incluyen un enciclopédico Tratado de Filosofía Básica en ocho volúmenes.  El hilo unificador de su carrera académica es el progreso constante y vigoroso del proyecto de la Ilustración, y la crítica de los movimientos culturales y académicos que niegan o devalúan los principales hitos de ese proyecto: a saber, el naturalismo o materialismo, la búsqueda de la verdad, la universalidad de la ciencia, la racionalidad y el respeto por los individuos. En una época en que la especialización estrecha es obligada y sus efectos deletéreos se hacen notar sobre la ciencia, la filosofía de la ciencia, la investigación educativa y la enseñanza de la ciencia, es saludable y reconfortante ver los frutos de la búsqueda emprendida por un sabio para construir una gran cosmovisión científica y filosófica digna de nuestro tiempo.
 Willard Van Orman Quine, en su autobiografía The Time of  My Life (1985), menciona su asistencia al Congreso Filosófico Sudamericano de 1956 en Santiago de Chile. Lo único de la reunión que Quine pensó que valía la pena recordar fue su observación de que: La estrella del congreso filosófico fue Mario Bunge, un joven argentino enérgico y contundente, con una amplia formación y unos extensos, si no omniabarcadores, intereses intelectuales. Bunge sentía que la carga de llevar al continente sudamericano hasta un nivel científico e intelectual equiparable al del EEUU y Europa parecía descansar sobre sus hombros. Intervino con elocuencia en la discusión de casi cada una de las ponencias.
 El congreso se celebró hace casi cincuenta años, cuando Bunge estaba en la mitad de su treintena; ahora Bunge ha sobrepasado el umbral de los 90 años con su energía intelectual intacta. El hilo central de la vida académica de Bunge ha sido siempre estudiar y aprender sobre la interacción entre ciencia y filosofía, y luego defender lo mejor de ambas. Su estilo filosófico se caracteriza por la rigurosa atención al detalle, utilizando la lógica para alcanzar la mayor claridad posible de pensamiento y eliminar el ruido de los argumentos poco sólidos, y esforzándose por alcanzar una posición intelectual holista y coherente en la que la ontología, la epistemología, la semántica y la psicobiología avancen todas juntas y se refuercen mutuamente.

CARRERA ACADÉMICA
Bunge es Profesor Frothingham de Lógica y Metafísica en la Universidad McGill de Montreal. Su carrera académica comenzó como profesor asistente de física experimental en la Universidad de La Plata (1941). En 1956 fue nombrado profesor de física teórica en las universidades de Buenos Aires y La Plata. En 1957 ganó la cátedra de filosofía de la ciencia en la Universidad de Buenos Aires, En 1966 se convirtió en profesor de filosofía en la Universidad McGill de Montreal, y en 1969 llegó a ser Jefe del Departamento de Fundamentos y Filosofía de la Ciencia. En McGill enseñó una docena de cursos de filosofía diferentes.

PUBLICACIONES
Bunge es autor o editor de más de 50 libros incluyendo cuatro grandes libros en la última década y de más 500 artículos científicos y filosóficos incluyendo varios artículos de filosofía, física y ciencia social publicados en los cinco últimos años.




ALFRED WEGENER

Geofísico y meteorólogo alemán. Aunque doctorado en astronomía, se interesó muy pronto por la geofísica y por las entonces incipientes ciencias de la meteorología y la climatología. Pionero en el uso de globos aerostáticos para el estudio de las corrientes de aire, a lo largo de su vida realizó hasta tres expediciones de observación meteorológica a Groenlandia, en la última de las cuales encontró la muerte.
Su nombre quedará asociado para siempre a la teoría de la deriva continental, que le ocasionó no pocos disgustos en vida. En 1911 se interesó por el descubrimiento de restos fósiles de vegetales de idénticas características morfológicas hallados en lugares opuestos del Atlántico. La paleontología ortodoxa explicaba tales fenómenos recurriendo a hipotéticos puentes de tierra firme que en su día unieron las diferentes masas continentales.
Las similitudes entre los perfiles opuestos de los continentes de América del Sur y África le sugirieron la posibilidad de que la igualdad de la evidencia fósil se debiera a que ambos hubieran estado unidos en algún momento del pasado geológico terrestre. En 1915 expuso los principios de su teoría en la obra El origen de los continentes y los océanos, que amplió y reeditó en 1920, 1922 y 1929.
Según Wegener, hace unos 300 millones de años los actuales continentes habrían estado unidos en una sola gran masa de tierra firme que denominó Pangea, la cual, tras resquebrajarse por razones desconocidas, habría originado otros nuevos contingentes terrestres sujetos a un movimiento de deformación y deriva que todavía perdura. 

 La teoría fue recibida de manera uniformemente hostil, y en ocasiones, incluso violenta, en buena parte por la inexistencia de una explicación convincente sobre el mecanismo de la deriva continental en sí. A partir de 1950, no obstante, las ideas de Wegener ganaron rápida aceptación gracias al desarrollo de las modernas técnicas de exploración geológica, en particular del fondo oceánico. Reformulada a partir de recientes descubrimientos, la teoría de la deriva continental se encuentra hoy totalmente consolidada.




JAMES HUTTON

 Fue un geólogo, médico, naturalista, químico y granjero experimental escocés, primer formulador de las ideas que conducirían a la corriente científica llamada uniformista y del plutonismo, en las que incluyó sus teorías de la geología y del tiempo geológico y su escala. Está considerado el fundador de la geología moderna. Compartió espacio y época con grandes pensadores y científicos formando junto a ellos la que ha sido llamada la Ilustración escocesa.
Hutton dedicó gran parte de su vida a buscar en Gran Bretaña, Escocia principalmente, pruebas que avalasen sus teorías sobre la historia geológica de la Tierra, todo a partir de una formación autodidacta y después de haber abandonado la profesión para la que había estudiado, medicina, sin casi haber ejercido. Destacó en otros campos para los que también hizo estudios, investigaciones y publicaciones, como la meteorología, la agricultura o la química.
Su teoría de la Tierra, plasmada en dos conferencias en 1785, publicadas más tarde en 1788, y su obra Theory of the Earth en tres cambiaron de forma significativa la percepción de la edad de la Tierra, el ciclo de las rocas y en general la Geología.
Influyó directamente sobre Lyell que utilizó sus teorías en su principal obra Principios de geología (1830-1833), leída con entusiasmo por Darwin en su viaje en el Beagle.

AVANCES EN QUÍMICA

Después de la obtención de su título, Hutton regresó a Londres, y a mediados de 1750 lo hizo a su Edimburgo natal, donde parece que toma la determinación de no continuar el intento de ejercer la medicina, después de reanudar los experimentos químicos junto a su gran amigo, James Davie, quien no los había abandonado en ningún momento, aún en ausencia de Hutton.  El trabajo de ambos en la producción de sal amoniacal a partir del hollín convirtió a esa unión en una rentable fábrica de productos químicos, elaborando la sal cristalina que se utilizaba para preparar el algodón para el tinte y estampado, para la metalurgia y como sales aromáticas y que, hasta ese momento, solo estaba disponible a partir de fuentes naturales y tenía que ser importada desde Egipto. Otra de las fuentes de ingresos de Hutton era el alquiler de inmuebles en Edimburgo, empleando un representante para la gestión.

TEORÍA DE LA FORMACIÓN DE LAS ROCAS

Hutton cree en la recopilación de pruebas y el intento de hacer que encajen todas en una teoría, sin ideas preconcebidas. Hutton incidió sobre una gran variedad de ideas para explicar las formaciones rocosas que veía a su alrededor pero, de acuerdo con Playfair, Después de unos 25 años de trabajo, y los importantes apoyo e influencia de su íntimo amigo Joseph Black, su Theory of the Earth; or an Investigation of the Laws observable in the Composition, Dissolution, and Restoration of Land upon the Globe fue leída, en dos partes, en las reuniones de la Sociedad Real de Edimburgo, la primera por Black, el 7 de marzo de 1785, y la segunda por sí mismo el 4 de abril de 1785. Hutton, posteriormente, leyó un resumen de su tesis Concerning the System of the Earth, its Duration and Stability en una reunión de la Sociedad el 4 de julio de 1785, que había impreso y distribuido en privado, En este escrito esbozaba su teoría de la siguiente manera:
«Las partes sólidas de la Tierra presentes parecen, en general, que están compuestas por las producciones del mar, y de otros materiales similares a los que ahora se encuentran en las costas. Por lo tanto nos encontramos con razones para concluir:
Primero, que el terreno sobre el que nos apoyamos no es simple y original, sino que es una composición, y se ha formado por la operación de causas secundarias.
Segundo, que antes de que la actual tierra se hiciese, había subsistido un mundo compuesto por mar y tierra, en el que las mareas y corrientes operaban en el fondo del mar de igual forma a como ahora tienen lugar. Y,
por último, que mientras la actual tierra se estaba formando en el fondo del océano, la antigua tierra mantenía plantas y animales, por lo menos el mar estaba habitado por animales, de una manera similar como lo está en la actualidad.
Por lo tanto nos lleva a concluir que la mayor parte de nuestra tierra, si no la totalidad, ha sido producto de las operaciones naturales de este mundo, pero que a fin de hacer esta tierra un cuerpo permanente, resistente a la acción de las aguas, dos cosas han sido necesarias:
Primero, la consolidación de las masas formadas por la acumulación de materiales sueltos o incoherentes;
Segundo, la elevación de las masas consolidadas desde el fondo del mar, el lugar donde fueron recogidas, a los sitios en los que ahora se mantienen por encima del nivel del mar.»

                                                                  




















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